El verano venía muy bien. Después de unos días de intenso trabajo con proyectos de la ONG Acceso Panam en Chaltén era tiempo de volver a las montañas que hacia un largo tiempo pandémico no visitaba.
La primera ventana de buen tiempo se aproximaba y los escaladores del pueblo y visitantes estaban alborotados armando sus planes y estrategias para aprovechar el buen tiempo que se acercaba.
Veníamos hablando hace tiempo con Horacio Gratton de escalar juntos en la zona… estaba todo armado cuando él enfermo de covid y tuvimos que suspender el intento. En esos días estaban de visita dos amigos de mi ciudad y enseguida se sumaron a hacer una escalada en la Aguja de la S (Cara Este 450m 6a).
Dai y Santi nunca habían escalado en estas montañas, así que fue su primera experiencia en el complejo mundo de la escalada alpina. Que involucra aproximaciones con mucho desnivel, transito glaciar, escalada en roca, muchos rapeles y un largo camino de vuelta al pueblo. Salió todo perfecto y la cara de felicidad de estos dos amigos me lleno de energía y me puso muy feliz de poder compartir esta aventura.
Pero también durante esa escalada la idea era sacar buenas imágenes de la pared sur de la Aguja Saint Exupéry donde planeábamos abrir una vía nueva con Horacio.
Al bajar a Chaltén me sorprendió el calor en el valle y se resolvió con un día de playa en el rio, con amigos, como si fuera Córdoba. El pronóstico marcaba algunos días inestables y otra ventana…
El compañero estaba recuperado así que volvimos a organizar el material de escalada, la comida y revisar el plan. Se sumó al equipo Pedro Odell (18) un joven escalador de Chaltén. Max y Marcela son sus papas y amigos de hace muchos años, todo un desafío entre generaciones se estaba gestando. Tomas Odell (16) nos va a ayudar con un porteo de material hasta el glaciar… todo va tomando color.
Comenzamos la caminata, son 5 horas aproximadamente hasta el lugar del primer vivac. Al llegar nos encontramos con varios amigos de Tandil y el equipo de Thomas Huber que iban a intentar la travesía del cordón del Fitz Roy empezando por la Aguja de la S hacia el norte. Charla y risas, aunque nos acostamos temprano… mañana era el día más comprometido de la escalada.
El plan era, hacer la aproximación por el glaciar de noche y pasar la rimaya antes que diera el sol y ablandara la nieve. Llegamos justo con esta idea y a las ocho de la mañana estábamos al pie del primer pilar que queríamos escalar.
Dejamos una mochila con material en la base y subimos con equipo de vivac y calentador. Horacio comienza por un largo de granito rojo y sigue Pedro dos largos más de escalada variada y sostenida hasta 6c. Toma Horacio la punta y hace un tramo de conexión entre el pilar y los largos debajo de la repisa donde queremos dormir. Cruza la veta negra característica de la pared y llega al pie de un tramo espectacular.
Escalado en libre y artificial subimos dos largos y llegamos por fin a la repisa. Elegimos este lugar porque acumula nieve y así tendríamos agua… resulto ser muy incómodo! Así que tuvimos que trabajar bastante para construir lugares para dormir, los chicos llevaron una sola bolsa para los dos así que optaron por tallar una repisa en el nevé y yo arme una terraza con piedras contra la pared.
Hora de hidratar y comer, se ve interesante lo que toca mañana pero no sabemos con qué nos vamos a encontrar. Durante el día nos gritamos con Thomas que anda por arriba nuestro y vimos a los jóvenes sanjuaninos escalar la vía Austriaca en la S (Cara Este 350m 50º 5+) todo un show.
Creo que una de las cosas más lindas de escalar en caras sur-este es que los primeros rayos del sol dan en la pared y el proceso de levantarse, desayunar y comenzar a escalar se hace bajo los tibios rayos de sol, aunque después del mediodía estas en sombra.
Comienzo a escalar por un diedro bien marcado. A nuestra izquierda está la vía Austriaca a la Saint Exupéry (Cara Sur 550m6c C1) la idea de la cordada es abrir una línea independiente hasta la Punta Cristina. En el tercer largo comienzo una fisura muy buena de dedos y manos. En dos tramos hay lajas sueltas dentro de la fisura, pero puedo pasar sin problemas. Los chicos están en línea recta debajo mío. Encuentro otra sección con lajas sueltas, esta vez demasiado sueltas, intento dos veces y decido bajar…
Armo una reunión de abandono con dos stoppers y bajo unos metros donde pueda conectar otro sistema de fisuras más a la izquierda.
Finalmente nos conectamos a los últimos largos de la vía austriaca. Cuando asomamos hacia el oeste se ve todo el cordón del Torre y el Campo de Hielo excepcionalmente despejado.
Finalmente llegamos a la cumbre los tres!!! ¡Mucha alegría y emoción! Vemos una cordada en la pared sur de la Aguja Poincenot y recibo una llamada de Leo Viamonte desde el pueblo… cosas de la tecnología.
Toca bajar y armar muchos rapeles, la idea es bajar hasta la terraza y dependiendo el horario seguir bajando hasta el glaciar… usamos más de 50m de cordin, stoppers y clavos para armar los rapeles. Llegamos donde dejamos nuestro equipo de vivac y comenzamos a armar las mochilas mientras hidratamos y comemos algo.
Seguimos rapelando, casi todo muy vertical y fuera de la línea de caídas de piedras. Antes del glaciar los largos tumbados después de la rimaya dan algunos problemas con cuerdas enganchadas y alguna piedra.
A las 21hs estamos en el vivac fuera del glaciar, donde habíamos dejado algo de comida. Descanso profundo fuera de los peligros objetivos de la montaña. Al otro día emprendimos el retorno al pueblo con mucho calor pero muy contentos de la aventura vivida.
Fue una experiencia muy enriquecedora, es bueno compartir con las nuevas generaciones experiencias e historias… hay un gran futuro para los nuevos andinistas, de eso estoy seguro.
Info de la vía: El Zorro y la Rosa 500m 6c+ C1 Cara Sur (H. Gratton, P. Odell, E. Degregori 1-2022)
Agradecimientos: Tomas Odell, Max Odell, Marcela Antonutti y Leo Viamonte
Sponsors: Ansilta, Petzl Argentina, Pirka, Naka Outdoors, La Sportiva Argentina